Junio 2023
¿Cómo llevarlo a cabo?
El primer paso es identificar claramente el problema o la situación que se está analizando. Es importante definir los objetivos del análisis y establecer las preguntas clave que se deben responder.
Por ejemplo, si estás analizando un nuevo producto, podrías preguntarte: ¿Cuál es el tamaño del mercado potencial? ¿Cómo afectará la competencia a las ventas? ¿Cuáles son los costos asociados con la producción y distribución?
En este paso, se recopilan datos relevantes sobre la situación o el problema. Esto puede incluir datos históricos, tendencias actuales, información sobre los competidores y cualquier otra información relevante. Es importante asegurarse de que los datos sean precisos y confiables.
Se identifican las variables clave que afectan la situación o el problema y se separan en dos categorías: certezas e incertidumbres. Las certezas son factores que se sabe que tendrán un impacto en la situación, mientras que las incertidumbres son factores que no se pueden predecir con certeza.
Por ejemplo, si estás analizando un nuevo producto, una certeza podría ser el costo de producción, mientras que una incertidumbre podría ser la demanda del mercado.
En este paso, se desarrollan diferentes escenarios posibles basados en diferentes combinaciones de incertidumbres identificadas en el paso anterior. Cada escenario debe ser lógico y coherente y debe describir cómo podría evolucionar la situación en función de diferentes combinaciones de factores inciertos. Por ejemplo, si estás analizando un nuevo producto, podrías desarrollar escenarios para diferentes niveles de demanda del mercado y diferentes niveles de competencia.
Implica utilizar los resultados del análisis para informar la planificación estratégica y la toma de decisiones. Al considerar cómo cada decisión podría afectar cada uno de los escenarios desarrollados, puedes identificar las decisiones más robustas y resistentes a diferentes resultados posibles.
¡Espérala muy pronto!