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Dudosos procesos en Invest-h
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Bográn fue el principal artífice de la adquisición de siete hospitales móviles a un costo de unos 1,200 millones de lempiras y hasta la fecha no están funcionando. Esto provocó que la institución cayera en el ojo del huracán, rebosando a la vez una serie de irregularidades en plena emergencia sanitaria. También autorizó el pago de una cuarentena VIP en lujosos hoteles de la capital, hizo compra de insumos y medicamentos que se dañaron y otros que no llegaron al país.
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Vendió los hospitales móviles
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El guatemalteco Axel López hizo el negocio del siglo con Honduras al venderle los costosos hospitales móviles sin ninguna garantía de cumplimiento o de calidad. En las investigaciones se comprobó que López dijo que la empresa era de Turquía, pero la sede estaba en Estados Unidos. Prometió que los hospitales estarían en 15 días, pero todavía no funcionan y hubo plagio de documentación. Varias empresas que se dedican a este rubro lo señalan de ofrecer productos bajo engaños y de mala calidad.
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Gabriel Rubí, extitular de Copeco, fue el primero en realizar una serie de compras directas sobrevaloradas en plena pandemia. Se comprobó en las órdenes de compra la sobrevaloración en televisores, percoladoras, oasis y lavadoras de ropa, por lo que fue suspendido del cargo a finales del mes de abril.
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Autorizó compras irregulares
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El exgeneral Carlos Cordero fue separado de Copeco luego que el Ministerio Público (MP) comenzara una línea de investigación por suponerlo responsable de supuestas compras irregulares. Sin embargo, como premio, el Poder Ejecutivo lo nombró como embajador de Honduras ante el Vaticano en Roma, Italia.
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Alba Consuelo Flores al frente de Salud no ha podido hasta el momento dar respuesta a los hondureños que demandan servicios de calidad frente al covid-19. Muchos pacientes han tenido que sufrir en carpas por la falta de camas en hospitales, malas compras de insumos y nunca se hicieron suficientes pruebas PCR.
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Estudiantes sin respaldo
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Arnaldo Bueso, secretario de Educación, no pudo garantizar la educación a miles de niños y jóvenes que se vieron afectados por la pandemia de covid-19, quienes se vieron obligados a dejar sus estudios por la falta de herramientas adecuadas para el aprendizaje. Olvidó su responsabilidad por andar repartiendo bolsas solidarias en la pandemia.
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Millonario robo
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El subcomisionado de la Policía Nacional, José Francisco Perdomo Rodríguez, y los inspectores Gerson García y Aquiles Varela fueron separados de la Secretaría de Seguridad por haber sustraído de una casa en Gracias, Lempira, más de 1.2 millones de lempiras. Los oficiales se dieron cuenta que una ciudadana extranjera había retirado la importante cantidad de dinero y la asaltaron en su propia casa. Ante esto la Didadpol realizó las debidas investigaciones y remitió al Ministerio Público (MP) el expediente del caso.
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CMH no hace ni deja hacer
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Al Colegio Médico de Honduras, liderado por la doctora Suyapa Figueroa, le ha faltado empatía y solidaridad práctica con los hondureños que este año han estado bajo el verdugo de la pandemia y luego como víctimas de dos fenómenos naturales. El CMH ha salido a denunciar y a vociferar en los medios de comunicación, pero le ha faltado a sus dirigentes entregarse a los hondureños y hacer propuestas positivas a favor de la sociedad. El país no solo requiere que denuncien sino que en momentos cruciales estar al lado.
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Ordenó desalojos en emergencia
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El alcalde de San Pedro Sula, Armando Calidonio, ordenó el desalojo en los bordos del río Blanco de un grupo de personas que se dedicaban a lavar carros y que tenían pequeños negocios. La acción la autorizó horas después de la devastación causada por las inundaciones en el valle de Sula, en plena emergencia. Esto provocó un enfrentamiento entre la Policía Municipal y los desalojados, llevando a la muerte a un joven ciudadano, y ganándose el repudio de varios sectores que cuestionaron el actuar del edil de SPS.
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La CREE Y EEH, un fiasco
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La Comisión Reguladora de Energía Eléctrica y la Empresa Energía Honduras se han convertido en un fiasco para las finanzas públicas y en un dolor de cabeza para los hondureños, que han tenido que seguir soportando las deficiencias. Ni la una ni la otra han cumplido. La primera pareciera que actuara con la complicidad pues no ha sido tajante en reclamos ni ha logrado conseguir el respeto a las leyes y la segunda, la EEH, no ha cumplido los compromisos adquiridos, sobre todo, lo de bajar las pérdidas técnicas y más bien han subido.
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